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PATRIMONIO
30 oct. 2015

¿Halloween en el País Vasco? Sí, señor

¿Halloween en el País Vasco? Sí, señor

¿Halloween en el País Vasco? Sí, Halloween en el País Vasco. Celebrar la Noche de los Espíritus ha sido una tradición en el País Vasco. Hasta las décadas de los 50-80, era muy habitual robar y vaciar calabazas, nabos, patatas o remolachas e iluminarlas con velas, asustar a la gente, disfrazarse con trapos viejos, juntarse en los caseríos para comer castañas asadas o ver a los niños cantar en la calle. Se trataba de la primera fiesta del calendario invernal, calendario que finalizaba con los Carnavales.

 

No obstante, en pocos años, se ha perdido e incluso la hemos olvidado, llegando a pensar muchos de nosotros que se trataba de una fiesta americana. Nosotros nos hemos enterado hace poquito de que se trata de una tradición europea que llegó a América en el siglo XVIII con los emigrantes irlandeses y que ahora nos viene de vuelta.

 

La Noche Negra de Mutriku

 

En varios municipios de nuestra geografía se está intentando recuperar la tradición. Una de ellas es el pueblo costero de Mutriku, en Gipuzkoa.

 

La leyenda del Fantasma del Atalayero cuenta que en Mutriku había un señor que de día se encargaba de avistar ballenas y por la noche, de vigilar a los piratas utilizando como señal de alarma dos luces rojas que encendía en la atalaya. Nadie sabía quién era, de dónde era, ni qué aspecto tenía, pero era su ángel de la guarda.

 

En 1209, sucedió un hecho extraño. Para aquel entonces, los habitantes de Mutriku ya celebraban la Noche Negra decorando sus calles y casas con calabazas iluminadas con velas, para espantar los espíritus malignos. Aquel 31 de octubre de 1209, un fantasma con cabeza de calabaza y ojos rojos se paseó por las calles de Mutriku tocando la puerta de las casas que no tenían calabaza.

 

Aquella misma noche, las piratas entraron en las casas que no tenían calabaza y saquearon a varias familias del pueblo. Los guardas no se percataron del ataque, ya que no vieron ninguna luz roja en la atalaya. Posterior se dieron cuenta de que el fantasma que se paseó por las calles del pueblo era el Fantasma del Atalayero, avisando a los que no tenían calabaza de que llegaban los piratas. Las luces rojas eran los ojos del fantasma. Los piratas temían al fantasma, por lo que no entraron en las casas que sí tenían calabaza. Peor suerte corrieron quienes no la tenían.

 

Según cuenta la leyenda, hoy en día, el Fantasma del Atalayero baja a Mutriku cuando llega la Noche Negra a asegurarse de que todo está en orden y tocar la puerta de aquellas casas que no tienen calabaza.

 

La tradición de la Noche Negra se empezó a recuperar hace unos 15 años. Aunque el programa varía cada año, algunos eventos se han convertido en la seña de identidad de la fiesta. Nos referimos al baile “Axuri Beltza” y a la quema del Fantasma del Atalayero. Los mutrikuarras se visten de negro con la cara pintada o enmascarada, y los bares y tiendas se decoran para la ocasión. Sea cual sea el programa, la Noche Negra de Mutriku es, sin duda, ¡una ocasión inmejorable para descubrir y vivir nuestra auténtica Noche de los Espíritus!

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